Lamentablemente, el mundo exterior está más contaminado que el interior de un ambiente. Se presume que con la emisión de gases de automóviles e industria, solo estamos a salvo en nuestro hogar.
Pero es todo lo contrario, pues estamos más expuestos a múltiples compuestos tóxicos que se encuentran en productos que usamos en la casa y a otras contaminaciones (ácaros, pelos de animales vapores de cocina, etc.). Por eso se hace necesario asegurar la calidad de aire que respiramos en casa y el trabajo que es donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, para evitar enfermedades.
Para seleccionar el más adecuado, te recomendamos tomar en cuenta las siguientes características:
Medidas de la estancia
Creados para espacios reducidos de m2. La capacidad de limpieza del purificador de aire viene dada en m2 o m3. Este dato indica el tamaño máximo de la habitación a limpiar por el aparato.
Potencia
En los purificadores de aire se evalúa la potencia por medio de la velocidad en que se consigue higienizar la habitación. Usualmente traen 5 velocidades. La velocidad máxima de un purificador pequeño (7 Kg) es de 250 m3/h, y la de un purificador grande (10 Kg) son de 500 m3/h.
Ruido
El purificador de aire emite pequeños silbidos debido a que las moléculas al pasar por los filtros chocan produciendo pequeños ruidos. Las marcas se han orientado en poner en funcionamiento modelos de purificadores, automáticos de sueño y de luces apagadas para bienestar de los usuarios en la noche.
Filtros
El funcionamiento de estos artefactos se fundamenta en filtrar el aire mediante mallas que remueven las partículas que causan alergias. Existen 4 filtros fundamentales que poseen los purificadores de gama media: de nailon (para atrapar partículas grandes), carbono activo (para partículas biológicas que causan olores y gérmenes de animales), bolsa sintética o G4 (para partículas finas de polvo o pequeñas bacterias) y el filtro HEPA de alto rendimiento, formado con mallas micro delgadas de fibra de vidrio. Remueve partículas pequeñas de polvo, gérmenes y bacterias esparcidas en el aire.
Función ionizadora
Esta función está presente en la mayoría de los purificadores. Consiste en emitir iones de carga negativa que se unen por enlaces químicos a partículas positivas producidas por aparatos electromagnéticos que son dañinas para la salud; pero con la fusión de estas se crean elementos más pesados que caen al suelo, dejando de ser un peligro para el ser humano y se desvanecen con la limpieza del hogar.
Portabilidad
Los purificadores son totalmente portátiles. El tamaño del aparato puede variar de acuerdo a la potencia que posea. Habitualmente, miden de 20-25 cm de ancho y 30-60 cm de alto. Su peso oscila entre 5-12 kg. Se pone en funcionamiento cuando se conecta a la corriente eléctrica.
Mantenimiento
Los filtros como el de carbono activo, G4 y el HEPA no son lavables, Cuando cumplen su tiempo de vida útil, son sustituidos por uno nuevo. La vida útil del filtro G4 es de 6 meses; filtro de carbón es de 12 meses y el HEPA 2 meses.
Precio
La mayoría de los purificadores de aire tienen un precio que oscila entre 11 y 5994 euros, Este va a depender de las características y funciones disponibles.
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